ANTECEDENTES
El 21 de febrero de 1793 la Convención Nacional cambia las antiguas denominaciones de Tenientes Generales y Mariscales de Campo del anterior régimen, por los de generales de división y de brigada y crea el de general jefe. Sustituyendo al de Mariscal de Francia, nominación máxima en las escalas militares monárquicas. Este título, no obstante, resurge tras la proclamación del Imperio francés el 19 de Mayo de 1804, como Marechal de l´Empire y eleva a este rango – en sucesivos años - a ocho generales de división: Víctor, Macdonald, Marmont, Oudinot, Suchet, Gouvion Saint , Poniatowski y Grouchy, éste bajo los Cien Días.
La procedencia de estos oficiales generales tras las declaración de guerra en 1792 era la de 135 procedentes de la nobleza y 18 no nobles, modificándose la proporción en 1793 por la de 139 nobles y 63 del pueblo llano, para en 1794 superar éstos 275 a los 62 nobles. Tras la suspensión en masa de estos últimos, que pasaron, íntegros, a la escala de “reformados”. Si bien algunos procedían de la nobleza, otros seguían la profesión de armas de sus ascendientes y familiares, Escuelas Militares, de la pequeña burguesía: comerciantes y modestos fabricantes y funcionarios, los más habían servido en el ejército antes de 1789, bien como oficiales de rango o en los grados subalternos. Citemos entre estos últimos al famoso General Jardon (tirador de elite) que viaja con el mínimo bagaje, que come en la marmita del soldado y que es feliz en hacer fuego junto a sus voltigeurs; en La Coruña se comporta como el más oscuro soldado de compañía, con una sobada camisa por uniforme, con su fusil de dragones mod. IX/XIII (arma adoptada por la infantería ligera francesa) y que baja del Monte Peñasquedo y caserío del Escorial hacia el pueblo de Elviña – eje de la Batalla de La Coruña- entre imprecaciones, arengando a sus soldados de los Rgtos. 2º y 4º de Ligeros (div. Merle) que lucharían bizarra y eficazmente en la toma de esta posición ..., iniciando así el combate y abriendo camino a las columnas de Mermet, contra los ingleses de Sir David Baird.
UNIFORMES
En el período revolucionario, el chaleco y pantalón escarlata son sustituidos por el blanco y para gala o “gran tenue”, por el “azul real”; el uniforme es sin solapas, cuello recto de paño azul, bocamangas azules y bolsillos al través; lo adornan 12 botones del cuello al talle, 3 en cada bocamanga, 3 en cada bolso, 2 en el ancho y otros 2 en el bajo de los pliegues, total 28 gruesos botones dorados. Los bordados eran en hilo de oro, encintado y bordeado de una dentada cresta en forma de volutas. Los mariscales de campo tienen un rango menos de bordado en las vueltas y bolsillos, luciéndolo de alto en bajo y en la abertura de los faldones. Este bordado delantero se extiende hasta el cuello (abatido), sobre el uniforme azul puede cruzarse en las solapas cuando no se abotona, adornado por un bordado de 3 mm. El chalequillo luce 12 pequeños botones. El sombrero, en “gran tenue”, lleva galón de oro en forma de doble presilla, mientras que el “petit tenue”, está adornado por un galón de seda negra, cocarda nacional en ambos y sin plumero este último; la espada, mas aristocrática, es sustituida por el sable, sostenido por cinturón a la húngara en dragona con dragona en hilo de oro, donde la borla de bellota lleva 2 o 3 estrellas plateadas según el grado. Van armados de dos pistolas en el arzón y en campaña y a caballo utilizarán botas a “ l´ecuyere”; la gualdrapa y la mantilla en carmesí, con dos galones de oro para los Tenientes Generales de 5 a 3 cm respectivamente, mientras que los Mariscales de Campo, lucirán uno de 5.50; la silla será de terciopelo carmesí.
Tras el Terror, el Comité de Salud Pública, ordena una nueva uniformidad para los generales de división y de brigada. Éste será de color azul, llamado nacional, cuello en paño escarlata, puños de igual color con ribete blanco, ornados de 3 botones, bolsos atravesados, adornados de 3 grandes botones, 6 gruesos sobre el uniforme, 2 botones de igual tamaño sobre el talle y 2 bajo los pliegues. El bordado se simplifica; es de oro y dentado en el cuello, bocamangas y bolsillos con una segunda galonadura para los generales de división. Las charreteras sólo son usadas por los oficiales subalternos y superiores. El chalequillo será blanco, ornado de 12 pequeños botones. Las gualdrapas y mantillas también sufren la reducción a una sola galonadura; las botas lucirán un revés en la parte superior, para el “petit tenue” y a pie siendo botas a l´écuyére las empleadas a caballo. Los penachos y plumeros, quedan reservados para los comisarios políticos, que son representantes del pueblo en los ejércitos.
En 1794, bajo el directorio, los penachos, plumeros y bordados reaparecen y los simples galones de oro, dan paso a las guirnaldas en forma de hojas de roble, símbolos de la victoria y de la gloria. El uniforme no lleva solapas y sí botones en toda su longitud, con bordados en el cuello, bocamangas y bolsos para el general de división y un rango sólo de bordados para el general de brigada. El general en jefe, comandante del ejército, lucirá faja roja y blanca con una de color dorado acreditativa. Su sombrero llevará un alto penacho rojo y en dominante, tres pequeñas plumas tricolores; el general de división lucirá faja escarlata, franjeada con los colores nacionales; su sombrero llevará tres pequeñas plumas amapola, color simbólico de poder, ... montadas de un penacho tricolor; el general de brigada, mostrará una faja color azul cielo, franjeada con los colores de la República; su sombrero lo adornarán tres pequeñas plumas tricolores, superadas por un penacho en tricolor también.
En 1799 el uniforme utilizado es el azul, llamado nacional, cruzado y con cuello invertido, éste color escarlata, al igual que las bocamangas, con 3 botones dorados sobre un estampillado blanco.
Nuevas distinciones permiten conocer el grado: la faja y el tahalí suspenden una espada-machete de mando, llamada “glaive” que recuerda las viejas espadas greco-romanas; según se mande un ejército, una división o una brigada, el uniforme, el tahalí y el penacho indicarán su orden jerárquico.
El general en jefe es un general de división que manda un ejército, con bordados idénticos a los del general de división; lleva tahalí de fondo blanco ribeteado de rojo, faja de seda (llamada a tres bandas) en rojo claro una, la otra blanca y azul la tercera con sus extremos unidos por una pasamanería en “flores de jazmín”. Su sombrero lucirá tres plumas de avestruz rojas, rematadas por un penacho blanco, con basamento azul.
Para el general de división el uniforme lleva cuello, solapas, puños y mangas, adornados con bordados de doble rango en forma de hojas de roble; su chaleco, la cinta del sombrero, los bolsos, lucirán un solo bordado. Su tahalí será de fondo rojo, orlado de escarlata, faja de seda rojo pálido con los extremos de la misma, ornamentadas de bordados de un sólo rango y con pasamanería en cordoncillo.
El general de brigada llevará un rango de bordado en hojas de roble, un tahalí azul cielo, con bordado idéntico a los de los generales de división, penacho con tres plumas de avestruz para el sombrero, de color azul, sobre montado por penacho mitad blanco y mitad rojo en sentido vertical. En campaña, no se usaba penacho, aunque si se luciese, se llevaría el sombrero y penacho siempre paralelo a las espaldas.
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Napoleón y el Mariscal Soult en Austerlitz, - Recreación Historica del 2006 |
En combate no se utilizaba la espada corta de mando o “glaive” y sí un sable curvo a lo húsar, con cinturón ornado por dos aretes unidos por una placa de latón cincelado con trofeos o símbolos, completando una dragona de hilo en oro y donde el remate “en borla”, luce las 3 estrellas o 2 respectivamente. La vaina de hierro, ornada, llevaba dos brazales rematadas por dos hebillas ovales. Los sables empleados en este período fueron normalmente del gusto de los generales. Si la “glaive” puede completar el traje de ceremonia, no así en campaña donde el comandante en jefe, el general de división y el de brigada no son elementos figurativos. Su arma de servicio será plenamente útil para estos hombres enérgicos que conducen un ataque u organizan una retirada según convenga. Su sable será de lámina plana y recta y semi-curva cuando va a caballo. Algunos son verdaderas obras de arte y todos ellos adornados con guirnaldas, follajes, amonedados, dameros, carátulas y flor de heliotropo como símbolo solar. Bonaparte en el año VIII y bajo el directorio, remite orden reglamentando el uso del sable del mismo tipo para los jefes superiores, más a pesar de ello, estos siguieron con sus fantasías y el reglamentario sable año VIII, no sería el utilizado exclusivamente. La preferencia en gustos, superaría a la tradición, con ribetes ordenancistas, que se inclina ante los hechos consumados.
Este reglamento del 1 Vendimiario del año XII (Julio de 1804), dentro de la organización del ejército, describe el nuevo uniforme para los generales , en gala y diario; éste será el paño azul nacional sin solapas y con botones ajustados sobre el pecho hasta la cintura. La casaca se abre en redondo hacia los muslos y ésta no se cruza atrás; el cuello de paño rojo es recto –con altura de 8cm; la bocamanga en escarlata, de 11 cm, es ajustada por 2 pequeños botones; los bolsillos, a tres puntas, son inclinados llevando tapas no sujetas al mismo. La casaca se adorna con 9 botones desde el cuello hasta la altura de los bolsos y en doble hilera y dos más de situación bajo los pliegues. Serán de metal sobredorado cincelando un trofeo coronado por un casco a la griega atravesado por un rayo. Los bordados en cuello, bocamangas y bolsillos, representarán hojas de roble, ornados con una cinta dorada y dentellada con filete rizado en la pasamanería. El chaleco – blanco - y visible por la abertura de la casaca, llevará bordados del mismo diseño, que adornarán los bajos bolsillos, ornados de 3 botones. El chaleco se ajusta con botones (9) sobre el lado derecho. El pantalón será azul y cerrado por 4 pequeños botones en los laterales del mismo.
El uniforme de diario será de color azul nacional, con cuello, bocamangas y dobleces de la misma tela; lucirá chaleco blanco, pantalón azul, guarnecido de botones; los bolsillos se sitúan en los pliegues y la casaca entallada, cruzará atrás. Los bordados, en hilo de oro de 4 cm; el pantalón y el chaleco se visten sin adornos completando el uniforme dos charreteras, con flecos de pasamanería en oro, forrando las paletas de color azul nacional. En número de estrellas señalará el grado. Si no usasen botas (verano) el pantalón será blanco y de nankin o de fustán no rayado. Este pantalón y en ceremonia, cerrada a la “jarretiére” con liga galonada en oro, con bordados de hojas de roble en los costados del cierre o ajuste.
En el “petit tenue” (diario) la cinta o liga y el chaleco carecen de bordados. Los corbatines serán blancos en tiempos de paz y negros en el de guerra. Los sombreros llevarán un doble galón de oro en trencilla, ajustándolo un grueso botón; si no se vistiesen botas el sombrero carecerá del galoneado y sí portará un plumero negro rizado. La cocarda, en ambos casos, será la nacional. En “gran tenue”, las botas serán a “l´écuyére” y en el de diario, botas con vueltas abatidas, éstas en cuero amarillo. Las espuelas serán plateadas y el hebillaje dorado.
El capote o redingote, también será de paño azul nacional y cruzado con bolsos a lo largo de los pliegues, cuello abatido y unido u otro fijo en recto; las bocamangas lucirán dos botones en cada una y otro sobre la manga; siete botones en doble fila, y dos sobre los bolsillos, completarán la hechura del redingote, que lucirá bordados de 4cm en cuello y bocamangas.
El abrigo-capa (manteau) será también confeccionado en paño azul nacional, con la sobre-capa en rotonda y el cuello rectos, y con bordados de 3 cm. Bordados, penacho, faja y estrellas serán los distintivos para los grados.
Las fajas, en raso oro y lana del color que afecte a cada uno, se colocarán con nudo fijo rematadas en borlas compuestas por torcidas de hilos simples. Las estrellas plateadas, tienen cinco puntas. La faja se utilizará, siempre, en servicio.
Para el general en jefe, lucirán un penacho con tres plumas de avestruz, rojas, sobre montadas por un airón blanco, a 3 cm del ala del sombrero; el echarpe o faja, será de raso blanco con espada dicha “a la antigua”, sostenida por un tahalí en fondo blanco, ornado con trofeos en oro; figurará suspendido de hombro derecho y rematada por una doble borla, en trenza de oro. Lucirán 4 estrellas en las charreteras, 4 sobre cada borla de la faja y otras 4 sobre la dragona que pende de la “glaive”. Los bordados componen doble rango en cuello, bocamangas y bolsos que serán envueltos por dichas orlas de bordado, en 4 rangos.
El general de división llevará al igual que el general en jefe, doble rango de bordados en cuello, bocamangas y bolsillos, estos con 4 rangos: uno encima del bolso trapeado a tres puntas, uno en el bolso-tapa, dos bajo éste y uno de ellos cierre de la levita. La faja será en raso rojo escarlata y oro, lucirá 3 estrellas plateadas sobre las borlas del echarpe, 3 sobre las charreteras y otras 3 en la dragona del sable. Penacho con tres plumas de avestruz, rojas sur montadas por airón blanco y azul –a mitad- y en vertical.
En general de brigada lucirá igual uniforme que los anteriores, pero con un solo rango en cuello, bocamangas y bolsos. La faja será en oro y azul celeste, con 2 estrellas sobre las borlas que sujetan ésta, 2 sobre la charreteras y 2 en la dragona que adorna la espada. Penacho de tres plumas de avestruz azul cielo, con remate en airón mitad blanco y mitad rojo, en vertical.
A pié, llevarán los oficiales generales espada de lámina plateada, con puño y guarniciones doradas y vaina negra de cuero. A caballo, el sable será curvo, puño de ébano y guarniciones en cobre dorado; la funda será en hierro bronceado, cinto dorado con vivos rojos para el general de división y azul para el de brigada; la placa del cinturón dorado estará cincelada con trofeos de armas, y la dragona será trencillada en oro; pistolas con cañón y guarniciones en hierro bronceado, mientras la culata y cruz serán plateadas y adornadas con una cabeza de medusa. Silla a la francesa, en terciopelo carmesí, con gualdrapa y albardilla en igual color; galápago, porta-pistolas y maletín de grupa, también carmesí con galonadura. El general en jefe lucirá ésta más ancha hacia el exterior, junto a otra interior más estrecha y en el extremo interno, una más gruesa de trencilla o cordoncillo. Para los generales de división y de brigada, el galón interior más grande y el pequeño exterior, no llevan cordoncillo. Cuero de silla y brida, negros, hebillas plateadas, estribos barnizados en negro y en la brida usarán cadenilla bañada en plata .
Para campaña, silla de húsar, mantilla carmesí y galonadura de oro y colocada bajo la silla una gualdrapa en piel de oso. En este caso y para este servicio se prefiere la silla inglesa. Las albardas y gualdrapas, respecto a las franjas doradas, eran, como dijimos, triples de 15 mm (interior) siguiendo galón de 60 y sus contorno de 70 mm.
Cierto número de generales den la caballería pesada usaron casco y coraza, como L´Hantpaul, Gouvion Saint Cyr o Namsouty hasta que Napoleón obligó en 1807 que los generales y oficiales de Estado Mayor usasen la coraza si estaban destacados en el Cuerpo de Coraceros, si bien algunos como el general Espagne (muerto en Wagram) no la utilizase en combate y que por cierto había presentado al Emperador un proyecto de casco para ellos con más altura, visera abatida, cogotera y coronada por un águila imperial rampante (al igual que usarían en la caballería pesada prusianos y rusos), adornándolo con un penacho blanco en la frontal que destacaba por su bomba, adornada de laureles, como la usada en los carabineros.
Los generales de Artillería, utilizaron siempre el pantalón azul teniendo en cuenta la preferencia por este color que tuvieron siempre los representantes de dicha arma, como Mortier o Drout, coronel y comandante general de Artillería de la Guardia Imperial.
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Manuel Arenas uniformado de Mariscal del Imperio |
REGLAMENTO DE 1812 (utilizado hasta 1815)
Los generales de todo grado, comprendidos en las tablas de Organización del Ejército, tendrán un “gran” y “petit tenue”, con las distinciones particulares a cada grado.
El uniforme grande (gala) será del azul, llamado imperial, sin solapas, abotonado a la francesa; no será cruzado ni sujeto atrás. El cuello azul, será recto y con altura de 80 mm, bocamangas azul imperial, guarnecidos por 3 gruesos botones; los bolsos, a tres puntas, llevarán una tapa o plastón. Sobre el uniforme, cuello, bocamangas, bolsos y planos traseros, lucirán bordados de longitud fija, orlados por una cinta dentada y que representarán hojas de roble con adornos abellotados; el chaleco llevará también bordados del mismo estilo, en la parte delantera, contorno de los bolsillos y orillo de bajos. Los 9 botones que abrocharán el uniforme hacia el lado derecho, serán dorados y cincelados con un casco atravesado por un rayo, al igual que los 12 del chaleco.
La abertura del frac llevará uno a cada ancho y dos para los pliegues.
El pantalón será azul, sin bordados, con cuatro botones laterales de cierre. Cuando no se utilizaban botas, llevarán bordados, al igual que el uniforme en la liga o jarretera que ajusta el calzón.
El pantalón azul se tolera en campaña.
El “petit tenue” (diario) es de paño azul imperial con cuello, bocamangas y dobleces del mismo paño; bolsos abiertos, con costura exterior y con 3 pequeños botones de adorno situados hacia los pliegues. La botonadura, 9 gruesos botones, va orientada hacia el lado derecho. El cuello, delantera del uniforme, bocamangas y vueltas utilizarán los mismos bordados que en el gran uniforme y en el bajo de las vueltas, figurará un rayo en hilo de oro. El chaleco y el pantalón, serán blancos, sin bordados. En verano, éstos serán blancos también pero de fustán no rayado y en invierno pantalón de seda negra en ruta y campaña.
El redingote, a la manera del famoso capote del Emperador, será de paño azul imperial, bolsos en los pliegues, cuello abatido (sujeto a uno fijo). Tendrá 7 botones dobles en el delantero, con bordados: cuello y boca, mangas de 40 mm al igual que en cada bolsillo, el capote será azul imperial con cuello recto y rotonda, ésta con bordado galoneado de 30 mm. El sombrero de corte o ceremonia se adornará con galón de seda negra, plumero rizado negro sujeto a una doble trencilla dorada, cerrada por un grueso botón. El sombrero en servicio, tendrá trencilla dorada, botón grueso de cierre y sin plumero. En cuanto a los distintivos, siguen siendo los de siempre: bordados, penachos, fajas y estrellas. La faja en tisú de oro y con el color distintivo a cada grado, con nudo fijo y rematada por borlones de trencilla e hilo simple. Se llevará sólo en servicio. En uniforme de gala y diario utilizarán charreteras doradas con la flequería dorada. Las estrellas serán de plata y su número, según el grado. El general en jefe luce bordados como el general de división, en cuello, bocamangas y bolsos, pero este bordado será de doble rango. Su penacho lo componen tres plumas de avestruz rojas con airón blanco de 30 cm. Usará 4 estrellas sobre las charreteras, 4 en las borlas de la faja y otras 4 en la dragona. La faja será de raso –negra y blanca- con espada “a la antigua” de comandante en jefe, llevando tahalí de piel de búfalo en color blanco que se suspende del hombro derecho y pasa bajo la charretera izquierda.
En los bolsos lucirá cuatro rangos uno encima de ellos, dos debajo de éste y uno a cada lado del mismo. El bordado llevará trencilla de adorno. Espuelas doradas.
En cuanto al general de división, sus bordados serán de doble rango, como el anterior, pero sin trencilla, 4 rangos sobre los bolsos y doble en cuellos y bocamangas luciendo tres estrellas plateadas en la dragona, charreteras y borlones de la faja que será de raso en rojo y oro. Su penacho, tres plumas de avestruz rojas y airón blanco y azul, por mitad y en vertical.
El general de brigada llevará un rango de bordados en cuello, bocamangas y bolsos con 2 estrellas en las borlas de la faja (en raso azul celeste) 2 en la dragona y 2 en las charreteras. Su penacho lo componen tres plumas rojas de avestruz rematadas con un airón blanco y rojo por mitad y en vertical.
En cuanto al calzado de corte, llevarán hebilla de oro para el zapato de ceremonia y que se complementa con medias blancas. Botas a l´écuyére para el uniforme de gala y botas con vueltas amarillas “a la cazadora” para el uniforme de diario.
El sable a caballo y la espada a pie, éste en lámina de plata, con puño y guarniciones negros. La vaina en cuero negro es idéntica al oficial superior de caballería, que para el sable, adopta el semicurvo (a la alemana) puño de ébano, guarniciones en color dorado y funda de cuero negro, adornada con inscripciones y filetes dorados. Las cintas de marroquinería roja, para el general de división y azul celeste para el de brigada, sujetados por placa dorada también con atributos y trofeos. Las dragonas serán de hilo trenzado en oro. Las pistolas que utilizan son las adoptadas para todas las armas.
Los generales “reformados”, usan uniforme azul imperial, chaleco blanco y pantalón azul. Cuello recto, bocamangas abiertas por detrás, en cortado. La manga cerrada, la adornan dos pequeños botones. Los bolsos irán atravesados y a tres puntas. La botonadura que guarnece el uniforme, chaleco y pantalón, es la misma que la de los oficiales generales. El sombrero, con galón de oro (gala) o seda negra (diario) no lleva penacho, plumas ni plumero. Sí utilizan la cocarda nacional y no lucen bordados ni faja; llevan 2 estrellas plateadas en la dragona y charreteras. Su espada será idéntica a los dichos oficiales generales. Los generales reformados y sin tratamiento o que hayan presentado su dimisión, no podrán lucir uniforme alguno.
EPILOGO
Es curioso señalar que el mayor porcentaje de hombres que acceden el generalato, proceden geográficamente en su mayoría del nordeste de Francia; El departamento del Seine proporciona 161 desde la Revolución, Consulado y el Imperio. Seguidos del de Moselle y Bas-Rhin, todos brillantes soldados, algunos del Antiguo Régimen, que después de su adaptación a las nuevas ideas, siguen idolátricamente al Napoleón al que no le privaron jamás, ni de su bravura ni de su sangre. Antiguos sargentos, ex-cadetes del Rey, voluntarios del año II, se convierten en conductores de hombres a los que “el estampido del cañón esclarecía las ideas” como escribe el Comandante Bnequoy, fortalecía su espíritu y mimaba la gloria Nimbada de leyenda.
Bibliografía:
Napoleon’s Commanders, tomo 1 y 2 c1809-1815 – Philip Haythornthwaite – Osprey
Dictionnaire Biographique des Généraux & Amiraux Français de la Révolution et de L’Empire 1792-1814, -Georges Six – Librería Saffroy - Paris